A partir de la exégesis de Marcos 8,27, el autor se plantea y responde a la pregunta sobre el significado de Cristo para el hombre de hoy y llega a la siguiente conclusión: Cristo, para el hombre de hoy, como para el hombre de su tiempo, y como para el hombre del próximo milenio, es siempre el mismo, porque es el único camino que conduce al Padre, la única y última revelación del misterio del amor de Dios: es la verdad (...) absoluta que ilumina y da sentido a nuestro camino por este mundo: finalmente, es la vida verdadera, la vida completa y feliz, ya que en el encuentro con él y a través de él nos adentraremos en la vida divina del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. (shrink)